LOS CRISTIFICADOS
Entre los Chinos, Cristo es FU-JI. El
Cristo Chino nace milagrosamente por obra y Gracia del Espíritu Santo..
"Paseándose una virgen llamada Hoa-se
por la orilla del río puso su pie sobre la huella del Grande Hombre;
inmediatamente se conmovió viéndose rodeada por un resplandor maravilloso y sus
entrañas concibieron; transcurridos doce años, el día cuarto de la décima Luna,
a media noche nació FU-JI, llamado así en memoria del río a cuya orilla fue
concebido".
Entre los Mexicanos antiguos Cristo es
Quetzalcoatl que fue el Mesías y el transformador de los Toltecas.
"Estando un día Chimalmán sola con
sus dos hermanas se le apareció un Enviado del Cielo; las hermanas al
verlo mueren de espanto y ella oyó de boca del Ángel que concebiría un hijo y
concibió al instante, sin obra de Varón, a Quetzalcoatl, que fue el Mesías de
los Toltecas". Entre los Japoneses Cristo es Amida, quien intercede ante
la Diosa Suprema Ten-sic-Dai-Tain, rogando por todos los pecadores. Amida, el
Cristo Japonés de la religión Sintoísta es quien tiene el poder de abrir las
puertas del Gokurak. (Paraíso)
Los Eddas Germanos citan a
"Kristos" el Dios de su Teogonía semejante a Jesús de Nazaret nacido
el día de Navidad, 25 de diciembre a la media noche, lo mismo que los Cristificados Nórdicos, Odín, Wotán y
Heleno.
El Evangelio de Krishna en la India
Milenaria, es similar al Evangelio Cristiano. El nacimiento de Krishna fue
similar al nacimiento de Jesús.
Devaki concibió a Krishna por obra y
Gracia del Espíritu Santo. El Niño Dios, Krishna fue transportado al establo de
los Pastores; el establo de Nanden, y los Dioses y los Ángeles vinieron a
adorarle. Entre los Griegos Cristo es Zeus y entre los Romanos Júpiter Tonante.
Los Cristos Júpiter, Zeus, Apolo, nacen de
Vírgenes Inmaculadas. En el viejo Egipto de los Faraones Cristo es Osiris, y
todo aquel que lo Encarna es un Osirificado. Hermes Trismegisto es el Cristo
Egipcio, él Encarnó a Osiris. (Cristo) Todo hombre que logre asimilarse a la
Sustancia Cristo se convierte de hecho en un Cristo Viviente.
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