viernes, 18 de abril de 2014

MUERTE MISTICA



MUERTE MISTICA


Mucho es lo que hemos sufrido con los hermanos del movimiento gnóstico. Muchos han jurado fidelidad ante el Ara de los Lumisiales. Muchos han prometido solemnemente  trabajar en la gran Obra del Padre hasta su Auto-realización total. Son muchos los que han llorado jurando no retirarse del Movimiento Gnóstico, jamás en la vida. Empero y es doloroso decirlo, todo ha sido vano, casi todos huyeron, se tornaron enemigos, blasfemaron, fornicaron, adulteraron, se fueron por el camino negro. Realmente estas terribles contradicciones del ser humano tienen un fundamento fatal, una base trágica. Dicho fundamento es la Pluralidad del Yo.

Es urgente saber que el Yo es un conjunto de Elementarios, legión de diablos que se reproducen en los bajos fondos animales del hombre. Cada elementario es un pequeño yo que goza de cierta auto-independencia. Estos yoes, estos elementarios diabólicos, riñen entre sí. "Debo leer el periódico, dice el Yo Intelectual. Iré a dar un paseo en bicicleta, contradice el Yo Motriz. Tengo hambre, declara el yo de la Digestión. Tengo frío dice el Yo del Metabolismo, y no me lo impedirán exclama el Yo Pasional en defensa de cualquiera de estos yoes". Vienen luego los siete pecados capitales. Cada uno de ellos está personificado por un Yo Elementario. Ira, Codicia, Lujuria, Orgullo, Envidia, Pereza, Gula. Estos son los siete "yoes" diabólicos que viven dentro de nosotros mismos. Después sigue la legión de defectos secundarios. Total el Yo es Legión de Elementarios Diabólicos. Estos elementarios; ya fueron estudiados por Franz Harman, viven dentro de los bajos fondos animales del hombre, comen, duermen, se reproducen y viven a expensas de nuestros principios vitales.

Cuando llega la muerte algo continúa, ese algo es la Esencia, el Fantasma del Muerto. Así como dentro de la caja craneana está el cerebro, así como dentro de la caja toráxica están los bronquios, el corazón, etc., así también dentro del fantasma del muerto está el Yo Pluralizado. Cada uno de los elementarios que en su conjunto constituyen el Yo, se proyecta en los distintos niveles de la mente, y viaja ansiando la satisfacci6n de sus deseos. El Yo se reencarna para satisfacer deseos. El Yo no se puede perfeccionar jamás, porque el diablo es diablo y será  diablo siempre.

El hombre es la ciudad de las nueve puertas. Dentro de esa ciudad viven muchos ciudadanos que ni siquiera se conocen entre sí, cada uno de esos ciudadanos, cada uno de esos pequeños yoes, tiene sus proyectos y su propia mente, esos son los mercaderes que Jesús tuvo que arrojar de su templo con el látigo de la voluntad. Esos mercaderes deben ser muertos, ahora nos explicaremos por qué tantas contradicciones internas dentro del individuo. Mientras existan los Yoes Elementarios no puede haber paz. Los Yoes son la causa Causorum de todas las internas contradicciones. El Yo que hoy jura fidelidad a la Gnosis, es mañana desplazado por otro Yo que odia la Gnosis, el Yo que hoy jura amor eterno a una mujer, es desplazado mañana por otro que la odia. Total el hombre es un ser irresponsable, no tiene todavía un Centro Permanente de Conciencia. El hombre es un Ser no logrado.

El hombre todavía no es hombre, es tan sólo un Animal Intelectual. Es un error muy grave llamar Alma a la Legión del Yo; Realmente el hombre tiene dentro de su esencia el material psíquico, el Material para Alma, pero todavía no tiene Alma. Los Evangelios dicen: ¿De qué te valdrá ganar el mundo si vas a perder el alma? Jesús dijo a Nicodemus que era preciso nacer de nuevo, nacer de agua y espíritu, para gozar de los atributos que corresponden a un alma de verdad; es imposible Fabricar Alma si no pasamos por la Muerte Mística. Sólo muriendo el Yo podemos establecer un Centro permanente de Conciencia dentro de nuestra esencia interior. Dicho Centro es eso que se llama Alma. Sólo un hombre con alma puede tener verdadera Continuidad de Propósitos. Solo en un hombre con alma no existen las internas contradicciones. Sólo donde no existen las internas contradicciones hay verdadera Paz interior.

El Yo gasta torpemente el material psíquico en explosiones atómicas de ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc. Es lógico que mientras el material psíquico no se acumule, el alma no puede ser fabricada. Para fabricar algo se necesita la Materia Prima, sin la Materia Prima nada puede ser fabricado, porque de la nada, nada sale. Cuando el Yo comienza a morir la Materia Prima comienza a ser acumulada. Cuando la Materia Prima comienza a acumularse se inicia el Establecimiento de un Centro de Conciencia Permanente. Cuando el Yo ha muerto absolutamente, el Centro de Conciencia Permanente ha quedado totalmente establecido; El Yo es el gastador, entonces el capital de materia psíquica se acumula, así se establece el Centro Permanente de Conciencia. Dicho centro maravilloso es el alma. Sólo puede ser fiel a la Gnosis, sólo puede tener continuidad de propósitos quien ha establecido dentro de sí el Centro Permanente de Conciencia. Quienes no poseen dicho Centro pueden hoy estar con la Gnosis y mañana contra ella, hoy con una escuela, mañana con otra. Esta clase de personas no tienen existencia real.

La Muerte Mística es una tarea ardua y difícil. El Yo se disuelve a base de rigurosa comprensión. La convivencia con el prójimo, el trato con las gentes es el espejo donde podemos vernos de cuerpo entero. En el trato con las gentes nuestros defectos escondidos saltan fuera, afloran, y si estamos vigilantes entonces los vemos. Todo defecto debe ser primero analizado intelectualmente y después estudiado con la Meditación. Muchos individuos que alcanzaron la Perfecta Castidad y la Absoluta Santidad en el Mundo Físico, resultaron Grandes Fornicarios y Espantosos Pecadores cuando fueron sometidos a prueba en los Mundos Superiores. Ellos habían acabado con sus defectos en el Mundo Físico, pero en otros Niveles de la Mente continuaban siendo Grandes Pecadores. Sólo con el Análisis Intelectual y la Meditación Muy Profunda, podemos comprender totalmente nuestros defectos en todos los Niveles de la Mente. Cuando un defecto es totalmente comprendido en todos los Niveles de la Mente, se desintegra su Elementario Correspondiente, es decir, muere un pequeño Yo. Cada vez que muere un Elementario Fatal, (un Yo), nace en su lugar algo nuevo: una virtud, un poder del Alma, una verdad, etc.

Es urgente morir de instante en instante. Con la muerte del yo nace el Alma. Necesitamos la muerte del Yo Pluralizado en forma total.
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